Única entre los continentes del planeta, la Antártida carece de población humana autóctona. El Continente Blanco propiamente dicho no fue visitado definitivamente hasta el siglo XIX. Ni que decir tiene, por tanto, que no existe una lengua nativa ni un idioma antártico oficial.

Pero entre los puertos sudamericanos y las escalas subantárticas, las conversaciones de sus compañeros de crucero y los saludos que pueda recibir al visitar una base de investigación, es probable que un viaje a la Antártida le exponga a una deliciosa diversidad lingüística.

Antes de subir a bordo, descubrirá que el español es el idioma dominante en las dos bases de lanzamiento sudamericanas más importantes para los viajes antárticos: Ushuaia (Argentina) y Punta Arenas (Chile). No obstante, tanto en Argentina como en Chile se enseña mucho inglés y, por tanto, se habla bastante si su español está un poco oxidado (¡o es inexistente!). Si piensas viajar más por Sudamérica antes o después de la Antártida, te vendrá bien un buen diccionario inglés-español y conocer algunas frases básicas en español.

No es de extrañar que, dado que es el idioma más hablado en el mundo y el más destacado en los asuntos internacionales, el inglés predomine en los cruceros y excursiones a la Antártida, pero a menudo se dispone de servicios multilingües, y algunos operadores ofrecen conferencias y excursiones en francés, alemán, japonés y español, entre otros.

Los cruceristas que emprendan expediciones más largas que incluyan visitas a las diversas islas subantárticas descubrirán que el inglés es el idioma oficial de las Malvinas, colonizadas por franceses y británicos a finales del siglo XVIII, así como de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, que, al igual que la Antártida, nunca albergaron una población humana nativa. El español sigue siendo una lengua minoritaria en las Malvinas.

De Pakistán a Bulgaria, de Sudáfrica a Japón, más de 40 países mantienen cerca de 70 bases de investigación en la Antártida, anclando una población estacional orientada a la ciencia que oscila entre unos 4.000 y 5.000 habitantes en verano y unos mil en invierno. Algunos ejemplos de estas estaciones de investigación son McMurdo (la más grande) y la Estación Amundsen-Scott del Polo Sur (ambas de EE.UU.), la Estación Vostok (Rusia), la Base Esperanza (Argentina) y la Estación Davis (Australia).

El carácter multinacional de las operaciones científicas de la Antártida se traduce en una maravillosa plétora de lenguas habladas en el Continente Blanco, desde las propias bases hasta los campamentos temporales sobre el terreno.

¿Cuál es el idioma más hablado en la Antártida? El inglés es el más utilizado, en parte porque es el que se habla por defecto. lingua franca del mundo científico y en parte porque los investigadores de países anglófonos -a saber, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y el Reino Unido- superan en número a todos los demás del Continente Blanco.

Pero la diversidad de naciones que mantienen bases de investigación -y la diversidad de investigadores internacionales representados en estaciones individuales- garantizan que muchas otras lenguas sean prominentes en el Continente Blanco, y que no haya un idioma principal en la Antártida. Cientos de científicos proceden de países hispanohablantes, sobre todo de Argentina, pero también de Chile, Perú, Ecuador y España, entre otros. Otros idiomas que se hablan en la Antártida son el ruso, el francés, el chino, el italiano, el noruego, el japonés, el holandés y el checo, por nombrar sólo algunos.

¿Cuántas lenguas se hablan en la Antártida? Es imposible saberlo, pero seguramente muchas docenas, sin contar la miríada de lenguas representadas por los miles de turistas que visitan cada año el culo del mundo.

Aunque no haya lengua oficial en la Antártida, sorprendentemente un estudiar publicado en el Journal of the Acoustical Society of America ha sugerido que existe un acento antártico en evolución, aunque en fase embrionaria. El acento antártico tiene sonidos vocálicos más largos y también implica un cambio físico: los participantes pronuncian el sonido "ou" desde la parte delantera de la boca en vez de desde la parte posterior de la garganta.

El autor del estudio y catedrático de Fonética y Procesamiento del Habla de la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich, Jonathan Harrington, afirmó: "El acento antártico no es realmente perceptible como tal -tardaría mucho más en serlo-, pero sí es acústicamente medible".

Sin embargo, los turistas no deben preocuparse por desarrollar el acento, ya que hasta ahora sólo se ha detectado en personal que pasa mucho tiempo en la región. El estudio ha consistido en grabar cada seis semanas las voces de un pequeño número de personas procedentes de Inglaterra, Estados Unidos, Alemania e Islandia que participaban en el British Antarctic Survey (BAS) y pasaban el invierno en el continente.

Ninguna autoridad supervisa los nombres de lugares geográficos (también conocidos como topónimos) en la Antártida, que abarca una variedad de idiomas que reflejan el rico legado internacional de las primeras exploraciones y explotaciones antárticas, así como las vibrantes actividades científicas actuales. Por ejemplo, el volcán de la Antártida Oriental Gaussberg (alemán), el punto costero de Pourquoi Pas (francés) y Spillway Icefall (estadounidense).

En la Antártida prolifera una palabra aborigen originaria del otro extremo del mundo: nunatakEsta palabra, tomada de la lengua inuit, se refiere a un pico de montaña que sobresale por encima del hielo circundante y, por lo tanto, está muy extendida en el continente blanco, asolado por el hielo: en los Nunataks Neptuno, Krasnaya Nunatak y Catenary Nunatak, además de muchos otros.

Los numerosos idiomas que se hablan en las estaciones de investigación antárticas, por no hablar de los cruceros turísticos, son un reflejo conmovedor del estatus apolítico único del Continente Blanco, del espíritu de cooperación internacional y de investigación científica que condujo a la adopción del Tratado Antártico, y del valor de este desierto polar para toda la humanidad.

También le puede interesar

Descargo de responsabilidad

Nuestras guías de viaje tienen únicamente fines informativos. Si bien nuestro objetivo es proporcionar información precisa y actualizada, Antarctica Cruises no hace ninguna representación en cuanto a la exactitud o integridad de cualquier información en nuestras guías o encontrado siguiendo cualquier enlace en este sitio.

Antarctica Cruises no puede y no aceptará responsabilidad por cualquier omisión o inexactitud, o por cualquier consecuencia derivada de ello, incluyendo cualquier pérdida, lesión o daño resultante de la visualización o uso de esta información.